martes, 25 de marzo de 2008

Abstenerse o votar en contra

Cabe recibir como buena noticia el nombramiento de José Antonio Alonso como portavoz del PSOE en el Congreso. Parece un signo de una predisposición dialogante y moderada, por cuanto el leonés compañero de pupitre de Zapatero ha dado muestras en su etapa de Gobierno de estar curado –o haber aparcado- las veleidades radicales de las que hacía gala en la Judicatura y en Jueces para la Democracia.
Mientras tanto, Mariano Rajoy gana tiempo, en lo que es un crack, y pospone hasta el lunes enseñar sus cartas, aunque cada vez más suenan como nuevo equipo de pretorianos los adelantados por A Fondo: Esteban González Pons, Pío García Escudero y Soraya Saénz de Santamaría. Aires de renovación y equipo conjuntado y personal.
Rajoy tomará la decisión de abstenerse o votar en contra de Zapatero a conocer su discurso en el debate de investidura. Hay razones para cualesquiera de las dos posturas, que se mueven en el orden de lo estratégico y lo puramente opinable. Decisión que marcará el tono de la oposición. A favor de la abstención está el hecho de que fue la propuesta de Rajoy en campaña para que el Gobierno no dependiera en demasía de los nacionalistas. También el que en una serie de cuestiones, como la renovación de los cargos judiciales, los dos grandes partidos están llamados a entenderse, y en otros, como la lucha contraterrorista, a volver al consenso que rompió Zapatero. Para votar en contra las razones son innumerables, empezando por la tendencia compulsiva de Zapatero a mentir y a no ser fiable.
Hay en una cuestión en la que el PP no ha de admitir acercamientos que diluyan la responsabilidad del Gobierno: la economía. En esa materia vale lo de ‘gobierne usted, señor Zapatero’. Para eso le han votado los que quieren ir contentos al desastre.

No hay comentarios: